Exposición: Empezando a comprender 1

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  • Publicación de la entrada:24 marzo, 2017
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Una de las cosas más importantes en fotografía es entender y así poder controlar la Exposición Fotográfica. Que la fotografía no quede demasiado clara ni demasiado oscura, o dicho en lenguaje fotográfico, ni subexpuesta, ni sobreexpuesta..

Exposición correcta

Sobreexpuesta

Subexpuesta

La primera vez que lo leí, lo vi complicadísimo. Pero cuando lo entiendes no es tan complicado, es como conducir, se hace casi sin pensar y digo casi porque en el caso de la fotografía tienes que decidir qué quieres conseguir en cada foto.

La exposición se basa en tres conceptos básicos: Diafragma o Apertura (f), Velocidad y Sensibilidad (ISO). Estos tres parámetros tienen que estar equilibrados. Aunque eso de equilibrado es muy relativo porque también dependerá de lo que queramos conseguir con la fotografía, pero de momento, para la teoría, nos vamos a quedar con que tiene que estar equilibrado.

Apertura del diafragma o números «f»

El diafragma está en el objetivo y es el agujero por donde entra la luz. Que ese agujero esté más abierto hará que entre más luz al sensor. Pero aquí es donde está el lío porque los números van al revés, es decir, si el número que controla la abertura es pequeño, el agujero estará muy abierto y por lo tanto dejará pasar mucha luz y si es grande, estará más cerrado y entrará poca luz. Es decir, una apertura de f22 será muy pequeñita, mientras que una apertura de f2,8 abrirá mucho el agujero.

Esta es la escala de pasos estándar. Ahora, con la fotografía digital, hay pasos intermedios, pero para no complicar las cosas, nos vamos a quedar con el estándar.

f1,4 – f2 – f2,8 – f4 – f5,6 – f8 – f11 – f16 – f22 – f32

Cada uno de estos pasos de números f deja pasar la mitad de luz que el siguiente.

¿Cómo lo veis? ¿Hasta aquí se entiende? Bueno, pues ahora vamos a complicarlo un poquito, sólo un poquito más, porque no solo la apertura del diafragma determina la exposición, hay dos valores más que también influyen.

Velocidad de obturación

Las cámaras tienen justo delante del sensor, dos cortinillas que se abren y se cierran para dejar pasar la luz. Cuando apretamos el disparador, la primera cortinilla se abre dejando un hueco para que entre la luz al sensor y pasado unos segundos la segunda cortinilla cierra ese hueco. Pues bien, el tiempo que está entrando la luz al sensor, o dicho de otra manera, el tiempo que pasa entre que una cortinilla se abre y la otra cierra,  se controla con la velocidad de obturación y se mide en segundos o fracciones de segundo.

Según el modelo de cámara réflex que tengáis, los valores de velocidad de obturación pueden variar pero lo normal es que se sitúe entre 1/8000 y 30 segundos y además tienen el modo Bulb (B). Este modo funciona que mientras tengamos pulsado el disparador de la cámara, las cortinillas permanecerán abiertas. Es el modo usado para por ejemplo, fotografiar cielos nocturnos.

Los rangos estándar de velocidad son los siguientes:

30″ – 15″ – 8″ – 4″ – 2″ – 1″ – 1/2s – 1/4s – 1/8s – 1/15s – 1/30s – 1/60s – 1/125s – 1/250 – 1/500s – 1/1000s – 1/2000s – 1/4000s – 1/8000s…

Estos es el estándar, porque ahora también hay velocidades intermedias.

Igual que en los diafragmas, cada valor deja pasar el doble de luz que el anterior.

Con una velocidad lenta, entra mucha luz, pero la fotografía puede quedar movida,  el sujeto a fotografiar tiene que estar quieto y tienes que sujetar muy bien la cámara o usar un trípode.

Con una velocidad rápida, congelamos el movimiento.

Hasta aquí más o menos está claro. Imaginaos que queréis llenar un vaso de agua. Si abrís mucho el grifo, saldrá más caudal de agua y necesitaréis menos tiempo para llenarlo. Si por el contrario lo abrís poco, necesitaréis más tiempo para llenar el vaso. Con la fotografía es igual, cuanto más abramos el diafragma, y durante más tiempo lo tengamos abierto, más luz entrará en nuestra cámara y viceversa. Por lo tanto, si hay poca luz, tendremos que abrir mucho el diafragma y/o durante mucho tiempo para poder tener una exposición correcta.

Esta es la fotografía típica en la que el agua queda con lo que se denomina «efecto seda». Está hecha a una velocidad de obturación baja.

Esta imagen está disparada a una velocidad alta, las olas están nítidas.

Sensibilidad (ISO)

Vamos a por el tercer parámetro que influye en la exposición, la Sensibilidad o ISO. Aquí la cosa se complica un poquito más. La sensibilidad viene a ser la capacidad o rapidez con que el sensor de nuestra cámara es capaz de captar la luz.

Números de sensibilidad estándar serían:

50 – 100 – 200 – 400 – 800 – 1600 – 3200  – 6400

En las cámaras digitales veréis que también hay valores intermedios. Como siempre pasa en fotografía, cada rango de sensibilidad es el doble de sensible que el anterior, por lo tanto, también  el doble de rápido a la hora de captar la luz, que el anterior.

Un ejemplo. Imaginaos que queréis fotografiar a vuestro peque en casa mientras duerme y tenéis una lucecita nocturna en la habitación que da poca luz. Tenéis la cámara a ISO 100, fijáis la Apertura o número f  lo más grande que os lo permita, por ejemplo f2,8 (acordaros que el número más pequeño era el agujero más grande). La velocidad que tendríais que poner para poder captar la luz es posible que sea de 1 segundo. Es imposible que en ese tiempo el niño no se mueva nada, a pesar de estar dormido, simplemente el hecho de respirar hará que la fotografía quede borrosa. ¿Como puedo subir la velocidad para que la escena salga estática? Solución, subir el ISO o Sensibilidad.

Hemos dicho que teníamos:

ISO 100    f2,8     v1″

Si yo subo la sensibilidad podrá aumentar la velocidad. Voy a subir la sensibilidad a 6400, son 6 pasos más, lo que me permitirá subir la velocidad también 6 pasos.

ISO 6400   f2,8   v1/60s

Esta segunda exposición es la misma que la anterior, en cuanto a cantidad de luz que hay en la escena, pero en esta el niño quedará quieto, sin movimiento.

¡¡¡¡Genial!!!! Pues entonces siempre uso una sensibilidad muy alta y así no tendré nunca problemas con la luz, ninguna foto me saldrá movida. Bueno, el usar una sensibilidad tan alta, tiene su precio, si fuese así de sencillo no necesitaríamos objetivos tan luminosos que permitieran un número f tan bajo y serían muchísimo más baratos.  El precio de usar una sensibilidad tan alta es el ruido en la escena, son algo así como unos granitos que aparecen en la fotografía y quitan definición, por lo que hay una pérdida de calidad.

En estas fotos hechas con una Canon Eos 5D Mark II y un objetivo 28-70 f2.8 podéis ver lo que os contaba del grano y la pérdida de calidad. Están sin retocar, tal cual las hizo la cámara.

Así que siempre hay que usar la sensibilidad más baja que nos permitan las condiciones de luz. También es cierto que ahora, una cosa que están mejorando constantemente las cámaras es la sensibilidad. Cada vez tienen sensores más sensibles y aunque se pierde calidad,  cada vez esta pérdida es menor, pero siempre va a depender de cada cámara.

Estos son los tres valores que influyen en la exposición.¿Y ahora qué? Os animo a que probéis con vuestros equipos en diferentes condiciones y contadme en los comentarios qué tal salen en cuanto a la exposición. También estaré encantada de resolveros dudas que os surjan. No olvidéis suscribiros al blog para recibir las novedades y seguirme en …. Instagram, Pinterest, tienda.,… ya sabes, lo de siempre.